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Nº 27 Octubre
Editorial

Las ONGs buscan nuevas fórmulas para financiar sus proyectos. Marta Fonfría, Educadora Social del Creer

Marta Fonfría, Educadora Social del Creer

La búsqueda de financiación en el contexto actual de crisis económica supone un reto para el tejido asociativo y requiere de grandes dosis de imaginación y capacidad de adaptación para poder sobrevivir a tiempos de cambios.

Las asociaciones sufren un recorte de recursos pero las necesidades y las personas a las que atender se siguen incrementando. La caída de las subvenciones de las administraciones deja patente, en algunos casos, la dependencia por parte de algunas entidades de las ayudas públicas. Es momento de plantearse nuevas estrategias, nuevas vías de financiación que doten de autonomía e independencia a estas entidades y que las permitan seguir adelante con nuevos proyectos o evitando que desaparezcan los que ya están en marcha. Contar con más y más diversas vías de financiación puede suponer la única garantía de supervivencia de muchas organizaciones.

Ante las clásicas opciones de financiación se plantea la necesidad de innovar, buscar nuevas respuestas a los complejos problemas de la financiación de las entidades sin ánimo de lucro, buscar nuevas técnicas y metodologías de captación de fondos, buscando la implicación, la complicidad y la solidaridad de la sociedad como respuesta a una conducta organizacional que debe regirse bajo estándares éticos, responsables y de calidad.

Fundraising y crowdfunding

En la actualidad se está produciendo un crecimiento en el número de entidades sin ánimo de lucro, ya sean asociaciones o fundaciones, que necesitan encontrar financiación al margen de las ayudas públicas cada vez más menguantes, financiación que se logra a través de lo que se conoce como fundraising.

Se denomina Fundraising o fund raising al proceso por el cual se solicitan contribuciones, bien en forma de dinero o de otros recursos tanto a particulares, como a empresas y a otras entidades. Este concepto también abarca la captación de voluntariado para que ayude en la consecución de sus fines.

La importancia de quienes se dedican al fundraising, los denominados fundraisers, es tal que muchas organizaciones tienen ya contratados sus propios fundraisers personales, porque, de otro modo, la mayoría de ellas no podrían subsistir. Al amparo de esta nueva figura también están surgiendo empresas especializadas en prestar este tipo de servicios. En los países anglosajones, origen de estos profesionales, su actividad se encuentra regida por un código ético, el Code of Ethics of the Association of Fundraising Professionals.

Para reunir fondos que permitan a estas asociaciones desarrollar sus actividades, los fundraisers pueden utilizar distintos métodos de captación, básicamente, los siguientes:

  • Cara a cara: Captando directamente los donativos, como ocurre con las cuestaciones o las visitas a domicilios, comercios o empresas.
  • Por teléfono, Internet y otros medios de comunicación bien a través de call centers o de programas destinados a recaudar fondos (los antiguos telemaratones).
  • Campañas realizadas a través de las redes sociales o crowdfunding.

Los dos primeros métodos son bien conocidos por lo que nos detendremos en el denominado crowdfunding, un sistema on-line de financiación colectiva que permite, tanto a usuarios individuales como a organizaciones, promover proyectos para que sean financiados mediante pequeñas contribuciones por parte de un buen número de distintos financiadores. Tanto la petición de fondos como las aportaciones se realizan a través de plataformas on-line que facilitan el encuentro entre promotores de proyectos y sus financiadores.

Esta corriente proveniente de Estados Unidos está teniendo una importante acogida en Europa y últimamente comienza a surgir en nuestro país esta nueva manera de buscar financiación, que aunque especialmente pensada para proyectos de una tipología más artística y creativa (películas, cortos, videos musicales, creación musical), es perfectamente compatible con la financiación de proyectos sociales.

La clave del funcionamiento de las plataformas de crowdfunding es presentar un proyecto o actividad en una plataforma abierta a muchos usuarios, indicando la cifra económica necesaria para su desarrollo, la cual suele ser una cifra relativamente baja. Transcurrido un tiempo, si el proyecto consigue suficientes micro donaciones para conseguir la financiación necesaria, el proyecto se pone en marcha. Hasta el momento las plataformas de crowdfunding han estado más orientadas a pequeños proyectos de distinta naturaleza que no podían obtener recursos de otro modo. Si el proyecto sensibilizaba o encontraba la simpatía de posibles donantes, el proyecto se llevaba a cabo.

Desde un punto de vista operativo, implica necesariamente que existan proyectos que financiar, cuanto más concretos e inmediatos mejor, por lo que las entidades deben ajustar su actividad a un conjunto de proyectos más que a una estrategia de intervención, la financiación por proyecto limita los desarrollos estratégicos, los cuales necesitan de una financiación a largo plazo para mantener cierta continuidad, por lo que deberíamos instalarnos en un enfoque más a corto plazo.

Por otro lado, una buena selección de proyectos, alineados con la misión y valores de nuestra entidad, reforzará la coherencia, la identidad y también la independencia de la organización. Coherencia e independencia que a veces se pierde cuando se acude a la financiación pública.

El lado menos bueno, es que desde el punto de vista de la financiación es una solución a corto plazo. La financiación por proyectos financia el proyecto pero no la entidad por lo que una dependencia exclusiva de este modelo condicionaría la supervivencia de la entidad a que fuera capaz de buscar financiación para todos sus proyectos, se estaría vinculando la supervivencia de la entidad a la del proyecto o proyectos. Habría que añadir la incertidumbre de vivir al día, sin contar con unos ingresos garantizados, y las limitaciones que esto genera en la capacidad de la propia organización. Por tanto, y para resumir, las plataformas de crowdfunding sirven para lo que fueron diseñadas, para financiar proyectos o iniciativas puntuales de coste relativamente bajo. Pero no parece recomendable que la financiación de toda una organización descanse en esta modalidad de obtención de recursos.

Lo que si es deseable es continuar innovando, buscando nuevas soluciones a estos problemas de financiación y hacerlo con imaginación y desde la transparencia, la ética y la responsabilidad, virtudes que en muchas ocasiones han brillado por su ausencia. En demasiadas ocasiones las entidades sin ánimo de lucro, las ONGs, han persuadido a la sociedad sobre todo lo que podían hacer con su donativo pero sin ofrecer resultados tangibles sobre lo que se ha hecho, han informado de la bondad de sus acciones pero sin mostrar como funcionan por dentro, han contado lo que han recaudado pero se han olvidado detallar en qué lo han gastado.

domingo, 16 octubre 2022 18:01